El bienestar laboral y el bienestar emocional se nota en la superficie.
Y es el cuerpo quien primero levanta la mano.
Con un cansancio que no se va.
Con una tristeza que aparece sin motivo aparente.
Algo dentro de ti necesita ser escuchado.
Ahí empiezan las señales de que necesitas cuidar tu bienestar laboral y emocional.
A veces lo que sientes no tiene forma.
Otras sí: una pelota en la garganta, un nudo en el estómago o cemento en las tripas.
Tal vez te preguntas:
¿por qué me pasa esto otra vez?
Sin comprender del todo qué lo provoca.
Y mientras tanto, ese sentir va afectando tu forma de expresarte, de decidir, de cuidarte.
Se cuela en la relación contigo y con quienes te rodean.
En el fondo, suele haber heridas emocionales activas.
Como cables enredados que interfieren a diario, en el bienestar laboral y personal.
Te afectan, aunque no siempre seas consciente de cómo.
Si alguna de estas señales te resulta familiar, quizá sea el momento de mirarte dentro.
De ponerle nombre a eso que te desconecta de ti y de otras personas.
De iniciar un proceso de crecimiento personal y profesional con más consciencia y menos juicio.
Sin duda esto fortalece tu bienestar emocional.
No es tan complicado como parece.
Solo requiere atención.
Y algo de honestidad contigo.
Observa tu cuerpo mientras lees.
¿Sientes emociones bloqueadas?
¿Te reconoces en alguna de estas señales
¿Ves tu mundo en negro y grises, y borroso?
10 señales de que necesitas trabajar en tu bienestar laboral y emocional
El bienestar laboral no es solo sentirse bien y apoyarse.
Es poder expresar y sostener lo que sientes, sin juzgarte.
Es comprenderte, darte espacio, aflojar exigencias y abrazarte.
¿Te has preguntado cómo anda tu bienestar laboral y emocional en los últimos meses?
1. Te cuesta conectar con otras personas
Aunque estés con el equipo, compañeros y con gente, sientes soledad.
Como si tu señal no llegara, aunque intentes abrirte.
Puede que haya emociones bloqueadas.
Y una herida del rechazo activa.
¿Te callas lo que sientes en el trabajo por miedo a parecer débil?
¿O te sientes parte del espacio en el que trabajas?
2. Te comparas a menudo
Sientes que te falta preparación o que nunca sabes suficiente.
La falta de autoestima te hace buscar aprobación fuera. De tu jefe, de un compañero, de tu pareja.
La herida de rechazo puede estar más presente de lo que crees.
¿Tienes ideas y no las compartes en tus reuniones de trabajo por miedo a la crítica, a equivocarte o que te rechazen?
3. Te cuesta confiar en tus decisiones
Le das vueltas a todo. Analizas tanto que acabas bloqueado.
Aunque en el fondo tienes claridad, parece que dudas de ti.
¿Pospones una decisión esperando una señal o que alguien con más «autoridad» te confirme qué hacer?
El bienestar laboral ha de velar para que no exista incomodidad alguna a la hora de compartir y evolucionar en tu desarrollo profesional.
4. No sabes decir “no”
Das, acompañas, resuelves… y te olvidas de ti.
Priorizar a los demás y excederte en tus responsabilidaes laborales puede parecer generosidad, y a veces es miedo.
Una forma silenciosa de abandono propio.
¿Dices que sí aunque no te apetezca?
¿Aunque consideres que no es tu responsabilidad y te falta preparación?
Aquí van más señales de que necesitas trabajar en tu bienestar laboral y emocional
5. Te exiges demasiado y sientes agotamiento sin saber por qué
Parece que nunca haces suficiente.
Aunque logres cosas, no sabes celebrarlas.
Te comparas, te empujas, te avergüenzas a veces.
Y ese esfuerzo constante te vacía.
¿Te permites sentir y parar, o descansar te hace sentir culpable o irresponsable?
6. Evitas pedir ayuda
No quieres molestar. Temes que dejen de valorarte si te ven vulnerable.
Prefieres hacerlo todo tú, aunque eso te aísle.
¿La última vez que pediste ayuda fue porque ya no podías más?
Cuidado, a veces la vida te para en seco.
7. El pasado sigue presente en tu vida
Frases que se repiten. Recuerdos que duelen. Momentos sin cerrar.
Es difícil avanzar cuando llevas tanto peso emocional.
Y mental.
¿Hay algo que aún no has podido soltar y te gustaría hacer en esta vida?
8. Evitas el conflicto a toda costa
Prefieres callar antes que incomodar, en especial por quein consideras autoridad.
El miedo al juicio o al rechazo te hace ceder.
Y así, cada vez más, te abandonas. Dejas de ser tú.
¿Te tragas lo que sientes por no generar tensión y por las consecuencias de esa discusión?
¿Seguir así te produce el bienestar emocional que mereces?
9. No celebras tus logros
Consigues algo y ya estás pensando en lo siguiente.
No sabes recibir halagos.
La autoestima baja te hace creer que no te lo mereces.
¿Apagas tu propia luz justo cuando empiezas a brillar?
10. Te cuesta avanzar en tu crecimiento personal
Lees, escuchas, aprendes…
Y sin embargo, algo dentro sigue estancado.
Puede que esas emociones bloqueadas necesiten ser vistas, no entendidas.
¿Sientes que hay una parte de ti que aún espera permiso para sanar?
Y esas son bajo mi punto de vista las 10 señales de que necesitas trabajar en tu bienestar laboral y emocional. Recuerda que lo personal y lo profesional van de la mano.
Te pueden ayudar a mirar de frente como mejorar el bienestar laboral y emocional que mereces.
¿Te has sentido así alguna vez?
Tu bienestar emocional importa.
Y mirar tus heridas emocionales también.
Sanar heridas emocionales de infancia es un acto profundo de amor propio.
El primer paso para tu crecimiento personal es darte cuenta de lo que te está afectando.
Te invito a hacer el test gratuito de heridas emocionales.
Puede ayudarte a comprender qué parte de ti necesita ser vista y, si tú quieres, ser acompañada.
Realiza aquí el test de heridas emocionales:
test heridas
Si estás en la conciencia del bienestar emocional, te animo a leer: Desapego de lo que te resta energía y bienestar
Desapego de lo que resta energía y bienestar
Reconocer tu herida de abandono y/o herida de rechazo, es el primer paso para dejar de autosabotearte y construir el presente que mereces.