Nuestro entorno profesional en ocasiones es muy diferente al soñado. Realizamos funciones que nos aburren o incluso incomodan y el clima laboral no es tan apetecible como nos gustaría.
Cuando el clima laboral es desagradable quizás sentimos que cada día nos resulta más difícil salir con la sonrisa, motivación entusiasmo de casa. Además, estas sensaciones influyen en el modo en cómo vemos y sentimos, en cómo percibimos lo que nos sucede. Hacemos balance y vemos la vida pintada de color verde, gris o negro. ¿Qué color define tu vida profesional?
¿Demasiadas horas en las que tus pensamientos, tu lenguaje y tus sentimientos positivos escasean?
Esto se traduce en estados emocionales regados de enfado, rabia y también tristeza, en la mayoría de los casos no admitida. Se traduce en un rumrum en tu mente subconsciente. Quizás le falta coherencia a tus creencias o a los valores que has escogido como propios. Quizás tengan más que ver con otras personas que contigo.
¿Te identificas con situaciones similares?
¿Te gustaría encontrar la fórmula para alcanzar mayor bienestar físico, emocional y mental?
¿De qué color quieres pintar tu clima laboral y tu vida?
La vida no es tan gris como la mostramos.
Tú puedes pintar tu vida del color que quieras porque con tu actitud eliges de qué color quieres verla. Eliges el color qué define tu vida.
Si te identificas con una situación que te desagrada y desmotiva en tu trabajo, caes en la queja y la crítica continua, y quieres alcanzar mayor bienestar, te invito a seguir leyendo.
Nuestro escenario profesional en ocasiones resulta poco apetecible. Tenemos trabajos que se hacen duros, no porque sean complicados sino porque quizás no cumplen nuestras expectativas. Son rutinarios, nos desagradan las funciones que desempeñamos o la relación con nuestros superiores y/o equipos. El buen clima laboral brilla por su ausencia. Tantas horas con esos pensamientos y sentimientos es normal que nos afecte y surjan emociones como enfado, rabia o tristeza.
“Elije un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar toda la vida”, frase de Confucio, sin duda es la mejor de las opciones. Pero, mientras encontramos nuestro hueco, identificamos nuestra pasión, o se esclarece el camino para alcanzar nuestro sueño…
¿Qué hacemos para mejorar el clima laboral y gestionar nuestras emociones?
Esta fue mi reflexión en 2015:
¿Cuál era mi objetivo? Sentirme bien en el trabajo independientemente de cuales sean mis funciones.
¿Qué me estaba afectando? ¿Qué me impedía cumplir el objetivo?
- Mis pensamientos negativos y rumiantes. Dedicar mi energía a hablar desde la queja y la crítica constante con respecto a algunas de las funciones que realizaba. Afortunadamente otras me encantaban.
- Mi lenguaje. Lo que piensas y como te expresas te condiciona, y mucho, porque influye en tus sentimientos y acciones.
- Mis necesidades no cubiertas y miedos.
- Las falsas creencias limitantes.
- Ay as emociones. Tristeza absoluta escondida bajo un enfado.
Puse en la balanza dos opciones.
Una era cambiar de trabajo; la otra continuar en el actual, y aceptar la situación logrando el modo de disfrutar. Ambas tenían la llave para que en principio consiguiera aumentar mis niveles de satisfacción y bienestar emocional y físico, (las enfermedades psicosomáticas están presentes) aunque la primera opción no tanto porque ¿Quién me aseguraba que en otra empresa y otro entorno profesional iba a sentir ese bienestar?
Autoconocimiento: reforzar confianza y motivación
Esto me funcionó:
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- Entrenar el pensamiento positivo, visualizar y escribir un Diario de Logros.
- Evitar dedicar mi energía a quejarme y a juzgarme. Aunque lleguen a nuestra mente pensamientos negativos pero es posible observarlos y dejarlos pasar. Créeme, con entrenamiento mental se consigue.
- Aumentar mi autoestima y cambiar mis creencias.
- Desviar mi atención sobre “qué tarea hago” y poner el foco en “cómo lo hago”.
- Pensar para qué hago lo que hago.
- Potenciar mi creatividad.
Te invito a visualizar… ¿Cómo sería tu vida y tus relaciones si…?
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- Mejoras tu estilo de comunicación.
- Potencias tu autoconfianza.
- Valoras y reconoces tu trabajo, y el de las personas con quienes trabajas.
- Te enfocas en tus fortalezas y las de los demás, y siembras motivación.
- Añades creatividad y sentido del humor a tus tareas.
Es maravilloso el cambio que se produce y asombroso el efecto rebote que surge en nuestro entorno. Cuando actúas y te comportas de una determinada manera, ineludiblemente lo transmites a las personas con las que interactúas. Y lo reflejas en tu entorno. Además, yo empezaba a escuchar «desde que estás en modo zen».
Tú decides ¿De qué color pintas tu clima laboral y tu vida?
Algo que me ayudó mucho a mejorar el clima laboral fue conectar con quien soy y con la abundancia y plenitud. La gran pregunta:
Ana, ¿Sabes para qué has venido a este mundo? ¿Cuál será tu legado?
Si te apetece descubrir quien eres y bucear en tu autoconocimiento te animo a que reserves una sesión de asesoramiento gratuito de 30 minutos para saber en qué momento estás. Te escucho y valoro el programa es el adecuado para ti según tus necesidades y objetivos.
Si piensas que soy la persona que estás buscando será un placer acompañarte.