Aproximadamente hasta los 6 años, nuestro cerebro graba la información que procede de las personas de nuestro entorno: familia, profesores, amigos. Aquello que nos cuentan y lo que observamos en sus reacciones y comportamientos. Crecemos, y graba también las experiencias que nos impactan emocionalmente así como aquellas que repetimos en muchas ocasiones. Así se forman nuestras creencias.
Si la vida te presenta una experiencia similar a otra que te afectó en el pasado, te conectas con aquella experiencia que probablemente te generó estrés y ansiedad. Y en ese instante, te conectas con esa emoción que te marcó y no “has resuelto”, quizás miedo o enfado. Se activa en ti la creencia que te llevó a pensar y actuar de aquella forma en aquel momento de tu vida. Tú eres lo que piensas. Y tiendes a repetir patrones de conducta.
Creencias y miedos limitantes
Para sentir coherencia y logar bienestar y calma en la vida es importante identificar cuáles son las creencias que te limitan, construir otras que te potencien y empoderen, y conseguir que sean estas las que influyan en tu vida y las decisiones que tomas. Y con las emociones, por ejemplo en forma de miedos, sucede lo mismo.
El método PSYCH-K® nos permite establecer comunicación con la mente subconsciente y transformar así las emociones, principalmente miedos, que nos bloquean en otras que nos generan el bienestar que deseamos. Además, introducir nuevas creencias potenciadoras que nos ayuden a conseguir nuestros objetivos, y de esta forma ir abandonando aquellas creencias que nos limitaban.
Algunos ejemplos de creencias limitantes:
- Todo en la vida requiere un esfuerzo.
- Es imposible conseguir lo que quiero.
- Solo los artistas son personas creativas.
- Los demás (el Gobierno, la crisis económica…) tienen la culpa de mis problemas.
- Nadie tiene en cuenta mi opinión.
- Yo soy así y no puedo cambiar.
¿Te identificas con alguna de estas afirmaciones? ¿Sientes que tienes heridas emocionales de tu pasado? ¿Quieres cambiar algo en tu vida?